jueves, 24 de julio de 2014

miércoles, 16 de julio de 2014

LUCES Y SOMBRAS DEL GASODUCTO DEL SUR (I)

¡TAN DIFÍCIL ES CAMINAR DERECHO!

ESCRIBE: JORGE MANCO ZACONETTI (Investigador UNMSM)

En principio debemos reconocer la importancia fundamental sobre la construcción, operaciones y mantenimiento durante 34 años del gasoducto en el sur peruano que tendrá efectos positivos en la matriz energética, en las ventajas competitivas del país, en la seguridad energética, empleo, promoción y efecto multiplicador en las inversiones. Es decir, son múltiples los beneficios de la cultura del gas, no solamente para los departamentos del sur, sino del país en su conjunto.

Sin embargo, tan importante licitación ha carecido de la necesaria transparencia y es evidente el conflicto de intereses, al tener a un ministro de energía y minas, a un presidente de la comisión especial de Proinversión, organismo responsable de la licitación, y una serie de estudios de abogados, todos con estrechas vinculaciones con la empresa Odebrecht.

Este grupo empresarial brasileño es conocido por una serie de acusaciones a nivel internacional e interno por malas prácticas (sobrevaluaciones, sobornos, doble contabilidad etc.) y que detenta el 75 por ciento del consorcio ganador Gasoducto Sur Peruano, conjuntamente con la española Enagás, la misma que ya tiene una participación importante en el Transportadora de Gas Peruana (TGP), consorcio responsable de transportar el gas natural y los líquidos de gas natural desde el campo de operaciones de Malvinas a la costa, a Lima en el caso del gas y hacia Pisco (Ica) en el caso de los líquidos de gas natural, donde son fraccionados.

No voy a insistir sobre las serias acusaciones respecto a las anomalías y perversiones de la licitación internacional, donde el segundo competidor Gaseoducto Peruano del Sur, fue descalificado faltando 60 minutos al cierre del levantamiento de las observaciones por un cambio en la participación del consorcio, que merece un artículo mejor informado.

Solamente recuerdo los cambios a última hora de las bases que la COPRI ahora Proinversión, realizaron en el pasado durante el proceso de privatización de las empresas públicas, donde se efectuaron modificaciones en las bases concursales para direccionar a los posibles ganadores. En todo caso, si se ha esperado más de 36 meses para hacer realidad el gasoducto en el sur ¿qué implicaba esperar quince días adicionales para absorber las dudas con la debida transparencia, sobre la pertinencia o no en los cambios del consorcio descalificado?

Tampoco me voy a referir al rol jugado por el señor Edgar Ramírez Cadenillas, Presidente del Comité Especial del Comité de Proseguridad Energética de Proinversión nombrado recién en mayo del 2014, por recomendación directa del ministro de energía y minas, que al igual que el mismo ministro Eleodoro Mayorga, también prestó consultorías a Odebrecht en el pasado, cuando la propuesta de Kuntur Transportadora de Gas era una posibilidad, 2009/ 2011, efectuando estudios sobre las tarifas de transporte, la propuesta técnica económica etc. (Fuente El Comercio 2, 3 de julio del presente)

Si se tiene presente adicionalmente que el estudio Laub & Quijandría, el mismo que asesora a una serie de empresas de hidrocarburos y mineras, tiene entre sus principales clientes a la brasileña Odebrecht, consultora de la cual el ministro era socio hasta horas antes de ser nombrado ministro del sector. Por ello, se debe recordar los casos de Inter Oil, Maple Energy y otros. Por ello, me pregunto ¿si esto no constituye un evidente lobby y un conflicto de intereses entre lo público y privado?

Es evidente que tales hechos enturbian, perjudican la transparencia de un proceso que por su transcendencia debió ser competitivo, limpio, sin obscuridades tenebrosas, más aun cuando se supo que  el consorcio descalificado (Gasoducto Peruano del Sur) presentó una propuesta económica más favorable en relación a la propuesta ganadora, con un diferencial de 136 millones de dólares en relación a la propuesta del único postor (Gasoducto Sur Peruano)

Por ello, Alejandro Segret representante del consorcio descalificado ante el abuso y especial favoritismo declaraba que “Claramente hubiésemos sido ganadores si no hubiésemos sido perjudicados en una forma que podríamos calificar, cuando menos de irregular” (La República 1/7/14)

Si bien existen una serie de aspectos que ameritan ser analizados en función del interés público, por las declaraciones de los altos funcionarios del sector y sobre todo en la comparación con la experiencia en la construcción del gasoducto de Camisea, es importante realizar algunas comparaciones que apuntan a la naturaleza de los contratos de hidrocarburos, sobre  las reservas de gas natural que alimentarían el gasoducto en el sur, y en otros artículos se tratarán diversos tópicos, sobre los problemas y posibilidades que tendrá el tan anhelado gasoducto del sur, y el rol del estado.

¿DÓNDE ESTÁN LAS RESERVAS?

Por la naturaleza de los contratos de licencia de exploración y explotación que se constituyen en la mayoría de los contratos firmados, pues solamente los contratos de Graña y Montero, Unipetro y de Savia tienen reconocidos contratos de servicios por medio de las empresas perciben una retribución de parte del estado, sea en dinero y/o especie y por tanto la propiedad sobre los hidrocarburos corresponden al estado peruano, representado por PerúPetro.

En cambio en los contratos de licencia las empresas contratistas son titulares de los hidrocarburos (petróleo, gas y líquidos de gas natural), y al pagar las regalías al fisco asumen la titularidad de los mismos, es decir, tienen el uso, la posesión y usufructo de los hidrocarburos, por lo que pueden decidir sin restricción alguna sobre el destino de los mismos.

Es decir, los contratistas al acceder a la propiedad sobre los hidrocarburos no tienen la obligación ni prioridad alguna en el abastecimiento del mercado interno por ello, en función de sus intereses, maximizar utilidades, pueden exportar como es el caso del gas natural proveniente del lote 56, bajo responsabilidad operativa de la argentina Pluspetrol.

El gas natural del lote 56 es tratado, convertido a líquido en Pampa Melchorita y es exportado por parte del Consorcio Perú LNG, que si bien abonan mayores regalías a las vigentes en el mercado interno, no cubren la demanda insatisfecha en especial de las generadoras de gas y de las industrias locales, que hacia el 2012 era estimada sobre los 800 millones de pies cúbicos diarios.

Ello fue posible  gracias a los cambios perpetrados impunemente a la ley de Promoción del Desarrollo de la Industria del Gas Natural ley Nº 27133 y su reglamento promulgado en 1999, y a  los cambios introducidos al art. 2 del Reglamento de la ley mediante el DS 031-2003-EM donde supuestamente siempre se prioriza el mercado interno antes que la exportación, bajo cualquier circunstancia. Sin embargo ello no está ocurriendo.

Esto es importante de reconocer, pues los titulares del gas natural y líquidos que subyacen en el subsuelo de los lotes 88, 56, 57, 58 y 76 es del estado peruano, es decir mientras está enterrado, pero al momento de ser extraídos y valorizados en el punto de fiscalización donde se fija el “quantum” de la regalía por pagar, la propiedad es transferida a las empresas contratistas.

De allí, que interesa interrogarse de dónde se obtendrá el gas natural que debe alimentar el gasoducto del sur. Hasta antes de la transferencia contractual de la participación de Petrobras a la estatal china CNPC, se tenía la seguridad que el gas de los lotes 58 y la parte correspondiente a Petrobras en el lote 57 (46 por ciento) alimentarían el gasoducto que desde el 2008 Kuntur había obtenido en adjudicación directa a pedido de ésta. Es más, la brasileña Braskem que está constituida por una alianza entre Odebrecht y Petrobras supuestamente estaba interesada en el desarrollo de la petroquímica en el sur del país.

En tal sentido, resulta importante reconocer que todo ello ha cambiado con la presencia de la poderosa petrolera estatal china CNPC, que habiendo comprado los intereses de la estatal Petrobras, ahora resulta la empresa contratista y titular de los lotes 58 y parte del 57, donde se presume que existiría un potencial de recursos equivalentes de 5 a 7 TCF (Trillones de pies cúbicos), que requieren mayores inversiones exploratorias.

Es más, se debe recordar que tales lotes fueron adjudicados en negociación directa por PerúPetro a Petrobras mediante contratos promocionados con el DS 017-2003-EM los cuales fijan tasas de regalías mínimas del 5 por ciento que podrían incrementarse hasta el 20 por ciento en función de una producción equivalente a los 100 mil barriles diarios.

Sin embargo, a diferencia de los precios regulados (baratos) del lote 88 y los precios de exportación del lote 56 determinados por “el net back price”, los hidrocarburos de los lote 58, 57 y 76 son fijados por acuerdos entre los productores y los consumidores, lo cual supone un acuerdo previo sobre la estructura tarifaria en la actividad del transporte.

Ello significa que los precios de los hidrocarburos se fijan por acuerdo entre la oferta y demanda según la ley de hidrocarburos y los contratos de licencia, lo cual supondría negociaciones previas entre los productores (CNPC), y las empresas demandantes de gas (de generación eléctrica, mineras, petroquímica etc.), para llegar a tener un precio competitivo frente al precio regulado (barato) del lote 88.

Por ello debiera llamar a extrañeza las declaraciones de los altos funcionarios del ministerio de energía y minas en el sentido que las reservas probadas del gas natural del lote 88 alimentarían el gasoducto del sur. En el pasado se afirmaba que del lote 88 se aseguraba 1 TCF para el sur (2010), ahora dichas reservas se han incrementado graciosamente a 2 TCF, lo cual genera dudas razonables.

En el pasado reciente cuando se presentó para su aprobación ante el Congreso de la República el proyecto de Ley “que Afianza la Seguridad Energética y Promueve el Desarrollo de Polo Petroquímico en el Sur del País Nº 1396”, en diciembre del 2012, en la parte sustentatoria se afirmaba lo siguiente para descalificar el proyecto Kuntur:

“El proyecto de Gasoducto Andino del Sur (GAS) implica llevar gas natural de la zona de Camisea a la zona sur del país, para el desarrollo de la industria nacional, petroquímica y generación eléctrica. Hoy dicho proyecto no puede ser materializado por el actual Concesionario (Kuntur Odebrecht cursiva nuestra) debido a que no tiene reservas probadas de gas natural suficientes y además no se conocen de los clientes (que estarían ubicados en la costa sur) y que darán estabilidad económica al proyecto (GAS)” página 10

Cabe preguntarse si a la fecha tal situación se ha superado con mayores perforaciones exploratorias en los lotes 57, 58, 76 y en el lote 88, para descubrir  mayores reservas que puedan acceder al carácter de reservas probadas certificadas. Por tanto, si el contrato con el consorcio Gaseoducto Sur Peruano se firma, debemos suponer que se deben valorizar, monetizar dichas reservas en un tiempo prudencial para priorizar el mercado interno de energía.

Sin embargo, es fundamental interrogarse sobre el rol del estado en la naciente industria del gas, donde las moléculas del gas y líquidos son propiedad de las empresas contratistas, y los millones de usuarios eléctricos tendremos que financiar la rentabilidad del gasoducto del sur, y la valorización de los hidrocarburos que tendrán precios de mercado, es decir de acorde a las expectativas privadas.

jueves, 3 de julio de 2014

GASODUCTO SIN RESERVAS*

* Publicado en el diario La Primera el jueves 3 de julio de 2014


Se estima que el Gasoducto Sur Peruano requerirá aproximadamente 5 TCF de gas natural, empero a la fecha solo se tiene asegurado 1 TCF. Para algunos especialistas con las nuevas exploraciones conseguir nuevas reservas no es problema, pero otros discrepan.

Luego de la polémica adjudicación de la buena pro para la construcción del Gasoducto Sur Peruano que estará a cargo del consorcio conformado por Odebrecht y Enagas, especialistas afirman que el proyecto gasífero no cuenta con las reservas de gas natural suficientes para su operación comercial.

Considerando el proyecto del Gasoducto Andino del Sur que iba realizar Kuntur y que tiene prácticamente el mismo trazo que el actual gasoducto se necesitan aproximadamente 5 TCF (trillones de pies cúbicos) de gas natural.

“Se licitó un tubo (gasoducto) que no cuenta con reservas de gas natural”, comentó el investigador de la UNMSM, Jorge Manco Zaconetti.

De acuerdo, al esquema del proyecto del Gasoducto Sur Peruano (GSP) al concluir su construcción, aproximadamente el 2019, podrá transportar entre 1,200 y 1,300 mpcd (millones de pies cúbicos diarios) de gas natural.

“¿De dónde va a salir el gas? De Camisea no creo, pues no tiene capacidad para abastecer”, opinó el expresidente de Perupetro, Daniel Saba.

Se necesitan asegurar 5 TCF y por ahora solo se cuenta con 1 TCF que el Estado transfirió del Lote 88. El exministro de Energía y Minas, Jorge Merino, afirmó en su momento que el resto de las reservas se obtendrían de los lotes 58 y 57.

De acuerdo al Libro de Reservas al 2012 del Ministerio de Energía y Minas, el Lote 58 no tiene ni una molécula de reservas probadas certificadas (que son las que valen para conseguir financiamiento de entidades financieras) pero tiene reservas probables por 2.2 TCF (de ese más de la mitad se puede certificar).

Mientras que el Lote 57 tiene reservas probadas no desarrolladas por 0.5 TCF (el 100% de éstas se pueden certificar). La certificación las realizan consultoras internacionales.

Ahora, de acuerdo a información que envió el Ministerio de Energía y Minas (MEM)al programa la Hora N, el GSP tiene asegurada 3.7 TCF, lamentablemente no se precisa de dónde salen esas reservas. Se presume que 1 TCF sería del Lote 88 que ya están comprometidos y el resto (2.5 TCF) podría salir de las reservas que tiene que devolver el Consorcio Camisea al Estado. El problema es que la devolución no avanza.

Para el titular del MEM, Eleodoro Mayorga, las reservas no son un problema, pues considera que tratándose el GSP de un proyecto a largo plazo (la concesión es de 34 años) espera que en ese periodo se descubra nuevos volúmenes de gas natural.

“Encontraremos pozos y es probable que este año al explorar el sur del Lote 88, el

Lote 76 y se explore en el mar encontremos reservas más significativas”, dijo el ministro.

De similar opinión es el especialista Aurelio Ochoa. “Si bien ahora no se cuenta con las reservas, se encontrarán nuevos volúmenes de gas natural”, dijo. Explicó que 1 TCF es del Lote 88, 2.5 TCF lo que se tiene que devolver el Consorcio Camisea y 1.7 TCF del Lote 58.

EN MANOS DE LOS CHINOS
En opinión de Manco Zaconetti, el inicio de la operación comercial del GSP depende de la China National Petroleum Corporation (CNPC), empresa que tiene las reservas de gas natural para ser viable el proyecto gasífero.

En noviembre del año pasado, la petrolera brasileña Petrobras vendió el 100% de las acciones en su subsidiaria Petrobras Energía Perú a la CNPC por US$2.600 millones. Entre los activos incluidos en la negociación destacan el 46,16% de participación que Petrobras tiene en el Lote 57 y el 100% del Lote 58. Además, del 100% de los derechos para explotar el Lote X.

Manco Zaconetti precisó que según el acuerdo firmado entre la empresa brasileña y china, recién en setiembre próximo Petrobras terminará con la transferencia de los activos a CNPC. Es decir, para el último trimestre del año CPNC administrará las reservas de los lotes 57 y 58.

“Los chinos tienen la sartén por el mango para la construcción del gasoducto. Pero no olvidemos que China es un país que importa gas natural pagando elevados precios ¿querrá vender al Perú o llevarlo a su país?”, se preguntó el investigador de la UNMSM.

¿DEMANDA ASEGURADA?
En un programa televisivo el ministro de Energía y Minas, Eleodoro Mayorga, afirmó que el GSP tiene a la fecha una demanda asegurada de 850 mpcd de gas natural. En el desagregado 450 mpcd serían de las dos termoeléctricas (con una capacidad de 1,000 megavatios cada una) que se construirán en el sur como parte del nodo energético y el restante 400 mpcd de los requerimientos que ya le hicieron llegar las empresas cementeras y mineras del sur del país.

Confiando en lo dicho por el ministro, entonces se tiene asegurados 850 mpcd de gas natural de los 1,300 mpcd de capacidad de transporte que tendrá el nuevo gasoducto.

¿COINCIDENCIAS?

◘ Edgard Ramírez, titular del Comité Pro Seguridad Energética de Proinversión –que estuvo a cargo de la licitación del Gasoducto del Sur–, realizó consultorías directamente para la empresa Odebrecht, integrante del consorcio que obtuvo esa adjudicación por más de US$7 mil millones. La asesoría las hizo como gerente general de Latin Energy,