miércoles, 11 de enero de 2012

PUNTOS DE VISTA SOBRE INTEGRACIÓN ENERGÉTICA

Por Jorge Manco Zaconetti (publicado en "La República" el 10 de enero de 2012)

APROVECHAR LA EXPERIENCIA

“Los Estados no tienen amigos, los Estados tienen intereses”, según palabras de Bismarck. En ese sentido, para el Perú, que produce poco menos de 145 mil barriles diarios de hidrocarburos, firmar un acuerdo con PDVSA, que produce 2 millones y medio (barriles diarios), que tiene operaciones de refinación y tiene grifos en Europa y en EEUU, que es la quinta potencia petrolera en el mundo y en AL es el país que tiene mayores reservas de petróleo, no deja de ser importante para nuestro país, desde el punto de vista de las señales que quisiéramos dar al exterior. Podríamos aprovechar la experiencia técnica que tiene PDVSA en el tratamiento de crudos pesados, que son los crudos que más tenemos, y sería importante que técnicos peruanos vayan a hacer maestrías a la Universidad de Petróleo que tiene Venezuela. Pero pisando tierra, creo que lo más importante sería firmar compromisos de abastecimiento directo de empresa a empresa, evitando los intermediarios que encarecen el crudo.

Por Mirko Lauer (publicado en "La República" el 10 de enero de 2012)

Hugo Chávez puede no ser el más simpático de los presidentes para más de un gobierno del continente, pero gobernar un país con el calado de su país lo hace más o menos inevitable. No solo es un activista regional expansivo cuyo petróleo acopia votos en muchos organismos, sino además Venezuela es un socio comercial importante. Por ejemplo para el Perú.

La tirria de Washington frente a Caracas es notoria, pero las importaciones de petróleo venezolano la mantienen moderada, y le dan a Chávez lengua suelta en sus críticas al imperio. Aunque en estos últimos tiempos las ventas a EEUU han disminuido y las de China aumentado. Esto proporcionalmente, pues la producción de PDVSA en barriles de petróleo es hoy, por un problema de inversiones, la mitad que en los buenos tiempos.

El volumen del comercio Perú-Venezuela ha venido creciendo en estos años, con una balanza a favor nuestro. Esta realidad económica, en especial las de las exportaciones textiles, fue uno de los factores que mantuvieron en su sitio las relaciones bilaterales, a pesar de las distancias ideológicas de Alejandro Toledo y Alan García con el locuaz y por momentos incómodo colega.

Ollanta Humala ha heredado esta realidad económica, que inevitablemente tiene resonancias ideológicas. El gobierno mantiene sus amplia red de TLCs, e incluso trabaja para seguirla ampliando. Este factor es un claro impedimento para matricularse en el ALBA. Hacerlo obligaría al Perú a modificar todo su sistema comercial internacional, una iniciativa sin sentido por donde se le mire.

Pero hay otros factores, como el desarrollo de la relación estratégica con Brasil. Además es notorio que con el paso del tiempo los gobiernos amigos de Chávez han ido mezclando su bolivarianismo con crecientes dosis de pragmatismo dictado por las circunstancias. Chávez no ha hecho cuestión de Estado por este asunto, concentrado como está por ordenar la casa.

Lo más importante de la reciente visita de Humala a Venezuela ha sido la firma de un nuevo acuerdo comercial, que nos permite seguir vendiéndoles sin aranceles (al son de unos US$540 millones en el 2011, casi todo Gamarra productions) ahora que se han vencido los antiguos acuerdos de la Comunidad Andina. El Perú venía exportando en base a precarios acuerdos temporales.

La parte petrolera es interesante, pero más bien expectaticia.
En esta área Chávez ha demostrado ser un rico dadivoso, pero un socio más bien informal, como lo han descubierto varios países que iniciaron proyectos conjuntos. Con una deuda de US$22,000 millones con el banco central de su país, en una economía donde la inflación proyectada para el año es de 36.5% (Barclays Capital), PDVSA no parece el mejor socio para aventuras petroleras.

Por Carlos Herrera Descalzi (publicado en "La República" el 10 de enero de 2012)

ACUERDO POLÍTICO Y TÉCNICO

En los últimos 20 años tenemos un historial bastante pobre y somos un país que tiene riesgo geológico, desde el punto de vista de la explotación de petróleo. En cambio, Venezuela tiene un historial muy bueno, tiene las mayores reservas del mundo, disputa con Irak, Arabia Saudita, pero disputa el primer lugar con Canadá, en lo que se refiere a petróleo no convencional. En ese sentido, el acuerdo es conveniente para el Perú. Este acuerdo le puede permitir a Petroperú convocar a capitales extranjeros y con esos capitales ir allá (Venezuela). O sea, ser como un vehículo de entrada donde Petroperú se va a quedar con una parte y tendría la extraordinaria ventaja de ir como representante del Estado peruano. Entonces, cualquier dificultad con Venezuela es mucho más fácil abordarla cuando se es Estado peruano que cuando se es una compañía privada. Este acuerdo tiene los componentes políticos y técnicos, porque no creo que se hubiese dado en el gobierno anterior.

Por César Gutiérrez (publicado en el diario "La Razón" el 09 de enero de 2012)

Circo de fin de semana y de baja calidad, es el mostrado al alimón por Hugo Chávez y Ollanta Humala, en la visita de éste a tierras llaneras: incienso bilateral para usar el lenguaje diplomático, risibles anuncios de inversiones de la petrolera estatal peruana en la franja del Orinoco y la enésima promesa del comandante bolivariano a emprendimientos energéticos fuera de sus linderos, esta vez en tierras peruanas. Nada para ser tomado en cuenta, pero tampoco merecemos que nos tomen por tontos.

Las loas de ida y vuelta, ni los mismos protagonistas se las creen, el ex nacionalista, ahora es hombre de la patronal peruana y extranjera acantonada en nuestros predios y el natural de Barinas lo sabe; pero cuando de tribuna con caja de resonancia internacional se trata, no resiste a la tentación de decir presente, así debe entenderse las declaraciones conjuntas. Tratar de encontrar el mensaje cifrado, producto del encuentro, es perder el tiempo.

De otro lado, no es nada nuevo el anuncio que la petrolera estatal de una nación sudamericana, prometa invertir en la zona petrolífera de crudo pesado del Orinoco. Hace buen tiempo que ya sido dividida para entregar áreas a los países de la región, pero ninguno de los tenedores de estos lotes, ha hecho algo trascendente. Resulta poco serio y contraproducente anunciar que Petroperú va hacerlo, cuando acá ya tiene bastante con sacar con fórceps la modernización de la pequeña refinería de Talara, que es más que suficiente, con la poca espalda económica y financiera que tiene.

Dice mal de la gestión de una empresa que está haciendo malabares para intentar un financiamiento para modernizar su principal activo productivo, afirmaciones como las señaladas, queda el sinsabor de la falta de seriedad.

Como cierre del thriller, se anuncia cooperación venezolana en el sector de hidrocarburos peruano, tal como se prometió a Ecuador, Brasil y Argentina, para la construcción de refinerías de crudo o el ya olvidado gasoducto que se tendería entre Venezuela y Bolivia, haciendo escala por cuanto país se cruzara en el camino. Desde hace seis años estos recurrentes ofrecimientos sin efecto alguno se han venido haciendo, así que es uno más en la lista.

Probablemente, Humala esté pensando que con su foto chavista, recuperará algo de sus huestes que están en diáspora luego de su derechización, a lo que habría que decirle que la dirigencia ya no le cree.

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