martes, 27 de diciembre de 2011

SPCC Y EL SUBDESARROLLO DEL GRAN SUR PARTE I

TACNA, MOQUEGUA CON MÁS CONFLICTOS

ESCRIBE: JORGE MANCO ZACONETTI (Investigador UNMSM)

En la semana del 19 al 22 de diciembre del año que termina, estuve de visita en la ciudad de Ilo, puerto de Moquegua participando en un curso de capacitación organizado por el Sindicato Unificado de Trabajadores de SPCC-Ilo con el apoyo de FondoEmpleo, institución reconocida que tiene como nombre “Fondo Nacional de Capacitación Laboral y de Promoción del Empleo”, y que como organismo se financia con las utilidades laborales no distribuidas a los trabajadores mineros, sobre todo de las grandes empresas como Barrick Misquichilca, Mra. Yanacocha, Mra. Antamina y SPCC. Estas utilidades no distribuidas en su mayor proporción se transfieren a los gobiernos regionales para inversiones en infraestructura y una mínima parte financia los diversos programas de FondoEmpleo.

Así, ante un interesado y nutrido público en el auditorio del Sindicato Unificado de Trabajadores de SPCC-ILO se expuso la importancia económica financiera de SPCC, los aspectos productivos y económicos relevantes en toda negociación colectiva que todo trabajador debe conocer, y la significación que tiene para los departamentos de Tacna y Moquegua la actividad minera, por medio del canon, regalías y derechos de vigencia, en estos departamentos del sur del Perú, que podrían ser considerados como “regiones ricas” gracias a los ingresos directos e indirectos generados por la minería. Por ello, nos permitimos publicar y colgar en nuestro blog htpp://kuraka.blogspot.com la información expuesta “Importancia y Contribución de la Minería en Moquegua y Tacna: Canon y Regalías”

Esta realidad asume la mayor importancia en razón de los duros cuestionamientos que recibe la más importante empresa minera de la región y del país como es la Southern Perú Copper Corporation (SPCC) que tiene una larga presencia en el Perú, con una imagen de empresa abusiva y prepotente. Por ello, los movimientos cívicos antimineros, sobre todo de los llamados frentes de defensa, comunidades campesinas, alcaldes hasta autoridades regionales se oponen a la ampliación de sus operaciones, vía el incremento de la capacidad en su planta de tratamientos de concentrados en Toquepala por una preocupación central: los problemas ambientales y la dotación de agua en una zona desértica por excelencia.

Si a ello se agrega la férrea oposición de la población del valle del Tambo, del distrito de Cocachacra, de Islay en Arequipa al proyecto de Tía María que de una inversión de casi US$ 1,000 millones se han desenvuelto más de la mitad, con maquinaria y equipo paralizado por los graves conflictos sociales que el nuevo gobierno tendrá que enfrentar. Es decir, en el sur se espera la reproducción de nuevas Congas, lo que cuestiona en la base la forma de hacer minería en nuestro país.

La SPCC empresa minera que opera en el Perú desde fines de la década de los cincuenta con la unidad de Toquepala en Tacna con rendimientos marginales decrecientes y una caída en la ley de mineral de cobre, más la unidad de Cuajone en Moquegua con una mejor ley; ambas están integradas con las planta de Fundición y Refinación en el puerto de Ilo,a través de una red de ferrocarriles, lo que le permite producir el cobre de más alta pureza con cátodos al 99.99% de pureza. Ello no sería posible sin el esfuerzo, capacidad y productividad de los trabajadores en su conjunto.

En tal sentido, gracias al PAMA asumido como obligación con el Estado a inicios de la década pasada la unidad de fundición opera con un moderno horno y planta que le permite captar las emanaciones de dióxido de azufre lo que le constituye la base para la producción de más de 900 mil de toneladas anuales de ácido sulfúrico, que se utilizan como insumo en las plantas de lixiaviación de cobre y oro, con importantes márgenes de exportación hacia nuestro vecino del sur, Chile.

Es decir, lo que antes era una maldición con la contaminación de los aires hoy gracias al PAMA y a la tecnología se ha convertido en una ventaja que permite producir ácido sulfúrico cuyos ingresos por ventas alcanzan valores variables que fluctúan entre los US$ 60 a 70 millones de dólares anuales. Ver cuadro de “Southern Perú Copper Corporation Ventas Según Productos 2008-2010”.

Esto significa que la maldición de los humos contaminantes durante muchos años ha dado paso a una nueva realidad gracias a la nueva tecnología y los cuestionamientos ambientales. Así, el dióxido de azufre mediante un proceso físico-químico se convierte en ácido sulfúrico, en un negocio rentable para la empresa, la región y el país. Ello también se reproduce con la producción de molibdeno que en el pasado reciente se “castigaba” en el precio del cobre y hoy tiene un precio de mercado que bordea los US $ 13 la libra.

Así la producción del molibdeno en el 2010 superaba los 16.4 millones de libras y determinaba ingresos por ventas de US $ 322 millones, lo que representaba un poco más del 10% de los ingresos de SPCC para ese año que sumaron los 3,153 millones de dólares. Este mineral tiene un uso ligado al endurecimiento de los metales en especial del acero y su mercado de exportación es también Chile que lo utiliza en su industria siderúrgica y en su producción de armas.

LA MINERÍA DEBE SEMBRAR AGUA

En esa dirección la solución a los nuevos conflictos mineros que tienen una legitimidad social por los graves pasivos mineros heredados por las prácticas mineras que no tenían parámetros ambientales. Así, la propia realidad nos señala el camino para enfrentar positivamente la oposición de amplios sectores de la población hacia la actividad minera. Si se tiene presente que la unidad de Refinación de SPCC en Ilo utiliza el agua de mar previo proceso de separación de la sal, creemos que esta debiera ser la solución para resolver el problema hídrico y la más importante inversión empresarial en responsabilidad social.

Debemos recordar que Tacna y Moquegua dos departamentos del extremo sur experimentan con mayor gravedad el problema del stress hídrico, donde el agua es escasa y valiosa para una agricultura sesgada a la producción de olivos, páprika, orégano de exportación, cebolla blanca etc. Por ello, la viabilidad de la ampliación de la planta de tratamiento de Toquepala, del proyecto Quellaveco, la posibilidad de Tía María pasa por asegurar la dotación de agua a partir del agua del mar que tendrá que ser procesada con un mayor costo que la rentabilidad del negocio lo puede asumir.

Si una empresa minera mediana como Milpo está utilizando el agua de mar para su proyecto de Cerro Lindo en el sediento departamento de Ica, con éxito y responsabilidad social pues comparte con las comunidades vecinas el agua sobrante de sus operaciones, con mayor razón empresas de la envergadura de Southern Copper Corporation la matriz de SPCC y el Grupo México, como Anglo American en Quellaveco, tendrán que usar el agua de mar si es que apuestan por la viabilidad de sus proyectos. Por ello, lo que dijera el patriarca de la minería en el Perú don Alberto Benavides de la Quintana en el sentido “que la minería debe sembrar agua” adquiere pleno sentido.

Si SPCC en el 2010 obtuvo ingresos por ventas superiores a los 3,153 millones de dólares con utilidades netas de 1,208 millones de dólares, superando de lejos los resultados del 2009 y 2008; es decir con utilidades netas crecientes libres “de polvo y paja”, se pueden financian varias plantas de tratamiento del agua de mar en el Gran Sur, de lo contrario sus proyectos serán inviables tanto social como moralmente, pues el grueso de sus utilidades se remesan como se demostrará en el próximo artículo.

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