lunes, 11 de octubre de 2010

Una vez más, no hay gas para exportar (*)

Por Humberto Campodónico

La exportación de gas de Camisea a México será de 620 millones de pies cúbicos diarios (mmpcd) por 18 años. Si multiplicamos 620 por los 365 días del año, tenemos que la cantidad exportada anual será de 0.226 billones de pies cúbicos (BPC). Y si multiplicamos esa cantidad por 18 años tenemos saldrán del país 4.073 BPC.

¿De qué Lotes se exportará el gas? Del Lote 56, que tiene reservas probadas por 1.944 BPC. Pero esas reservas no alcanzan para el total comprometido para los 18 años. Por eso es que el consorcio Perú LNG “se las arregló” para que –mediante el cambio de la legislación vigente– se renegociara el contrato del Lote 88 en el 2006 para que sus reservas, ascendentes a 6.851 BPC, también puedan ser exportadas.

¿Cuánto se va a exportar del Lote 88? La diferencia entre 4.073 y 1.944, lo que nos da la cifra de 2.129 BPC.

¿Cuál gas se va a exportar primero, el del Lote 56 o el del Lote 88? El del Lote 56. Si se exportan 0.226 BPC por año, entonces las reservas del Lote 56 van a durar 8.26 años (1.944/0.226). A partir de ese momento se comenzará a exportar el gas del Lote 88.

Todos los cálculos que hemos reseñado en los párrafos anteriores siguen la línea de argumentación de los proexportadores. Primero se calculan las necesidades del “negocio de exportación” y el “saldo” queda para el mercado interno. ¿Qué les parece?

Por eso, para el consumo interno solo quedan 4.722 BPC, que es la diferencia entre el total de reservas del Lote 88 y la cantidad a exportarse (6.851 menos 2.129 BPC).

¿Es que esa cantidad es suficiente para atender la demanda interna? La respuesta es un rotundo NO. ¿Por qué? Porque los 4.722 BPC de reservas probadas del Lote 88 están ya todos vendidos: a las centrales eléctricas, a las industrias y a Cálidda –para atender el consumo de Lima, tanto en el uso doméstico como el de GNV– (ver detalle de estas ventas en “El 47% de los regalos de Dios se va a México”, www.cristaldemira.com, 08/5/2010).

Esto se comprueba con las recientes licitaciones del consorcio Camisea para ofrecer gas a los industriales peruanos: más de 20 empresas no pudieron ser atendidas. ¿A cuánto asciende esa demanda? Veamos: si actualmente la demanda interna está en 350 mmpcd, la demanda insatisfecha es, también, de 350 mmpcd. En otras palabras, el consumo interno podría duplicarse si hubieran más reservas.

Es por eso que, ante la presión social que reclama que no se exporte el gas del Lote 88, el gobierno optó por plantear al consorcio Camisea volver a renegociar dicho contrato y que esas reservas volvieran al Perú. Pero hasta ahora eso no se materializa.

La cuestión es que las reservas del Lote 88 debieran, ya, ser destinadas al mercado interno, porque en ningún caso serían exportadas antes de 8 años. Dicho de otra manera: las reservas del Lote 88 se van a “apolillar” por 8 años porque están sirviendo de garantía para el contrato de exportación.

Ese es el problema, que no se resuelve con el anuncio de 1.7 BPC descubiertos por Petrobrás en el Lote 58 que, además, es un gas más caro que el del Lote 88. Por eso, sigue vigente que, ya, la renegociación tenga un desenlace inmediato. Eso es lo que se oculta detrás de los anuncios de que “tenemos reservas para 30 años”.

(*) Publicado en La República / Página 14 / Lunes 11 de octubre de 2010

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